Aprendida igual en una clase de cocina, ésta pasta es perfecta como acompañamiento, ya que es liviana y sus sabores son suficientemente sutiles para no opacar el de una carne o pollo. Además es una alternativa mucho más sabrosa que una pasta al burro sencilla!
Porciones: 4
Dificultad baja
Tiempo de preparación: 5 minutos
Tiempo de cocción: 15 minutos
Ingredientes
- 160 gramos de pasta larga, preferiblemente spaghetti o tagliatelle
- 2 dientes de ajo
- 2 gramos de estragón fresco
- 2 gramos de salvia fresca
- 30 gramos de mantequilla
- 1/2 limón
- sal y pimienta
Instrucciones
- Poner suficiente agua a hervir en una olla alta para cocinar toda la pasta. Aquí hay dos elementos claves: el agua de la pasta siempre se debe sazonar con sal, para darle buen sabor, y se le puede agregar un chorro de aceite, para evitar que se pegue la pasta y/o se reboce el agua al hervir. Una vez hierve el agua, añadir la pasta.
- En una sartén, derretir la mantequilla a fuego bajo, con las hierbas y el ajo picados finamente. Idealmente se debe esperar hasta justo antes de añadirlas al sartén para picar las hierbas, ya que esto hace que suelten todo su sabor y aroma en la salsa. Añadir sal y pimienta al gusto.
- Una vez esté la pasta al dente, escurrirla bien y añadirla a la salsa, mezclar rápidamente, y servir caliente. El tiempo que tome a la pasta para estar al dente va a variar según el tipo de pasta, pero se sabe que está lista si, al tomar un trozo y partirlo a la mitad, está suave y no hay un centro blanco. Ésta pasta es perfecta para acompañar el ossobuco.
Les recomendamos un Apothic Red de California un blend de Zifandel, Merlot, Shiraz y Cabernet Sauvignon.
¿Podéis enseñar a hervir agua?
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